- Caliente el horno a 300F (149 C). Ponga 2 papeles de hornear con un papel de pergamino.
- Corte las hojas de repollo del tronco, tire los tallos. Corte las hojas en pedazos de 2 pulgadas. Lave las hojas con agua y séquelas bien con toallas de papel. Para que las hojas de repollo estén bien crujientes, las hojas tienen que estar bien secas.
- Agregue las hojas a un recipiente, agregue el aceite de oliva, y mezcle bien las hojas con el aceite (mucho aceite causará que el repollo se cocine con el calor y no salga crujiente. Rocíe el repollo con sal y pimentón (si lo desea), y revuélvalo bien.
- Coloque las hojas de repollo en una capa individual en la bandeja para hornear. Hornee por 20 minutos pero mueva las hojas en el minuto 10 para asegurarse de que no se pegan. Las hojas deben estar crujientes al tocarlas. Una vez listas, sáquelas del horno y viértalas en un recipiente para que se enfríen por 5 minutos.
Nota: Si transporta los chips a otro lugar, le recomendamos que las ponga en una bolsita de plástico. Guárdelas en un contenedor bien cerrado, los chips de repollo estarán crujientes por 2-3 días.